Mi primera vez

Cuando me enteré de que el tema sería "El inicio de algo nuevo", en lo primero que pensé fue en la nueva etapa que estoy por comenzar: la Universidad. Pero me rehusaba a escribir al respecto porque siento que es un tema cliché. Estaré hablando y escribiendo de eso a cada rato, así que mejor, en esta ocasión les escribiré acerca del amor. Les escribiré sobre el inicio de mi amor: la escritura.

Tal como mencionó Azul en su entrada: «la existencia está llena de finales, pero también de inicios llenos de expectativa y curiosidad» . Justamente así se formó esto: con el final de algo; o, más bien, de alguien a quien quise mucho y con el inicio de mi gran expectativa de expresar todo lo que sentía, todo lo que pensaba, todo lo que soñaba mediante las letras.

Les confieso que me metí a este rollo un poco vieja (lo digo de esta manera porque la mayoría de las personas que conozco y que sé que escriben comenzaron a hacerlo desde su infancia). Tenía alrededor de dieciséis o diecisiete años cuando dejé de escribir por obligación y comencé a escribir por convicción; o, mejor dicho, por necesidad.

El primer escrito a mano que tengo fechado data del 14 de mayo del 2011, aunque anteriormente —un par de meses atrás— creé mi primer blog (que ya no existe) en donde ya tenía publicadas unas cuantas entradas.

Escribir es algo muy importante para mí porque es lo que marcó el antes y el después en mi vida. Es por este enorme amor que decidí estudiar la preparatoria en el área tres, que deseo estudiar periodismo y fue gracias a la escritura que, no hace mucho, me enamoré perdidamente de alguien  —aquella ocasión tuve enamoradas todas y cada una de mis letras—.

Para mí, escribir es sagrado —quizás por mi motivación original de comenzar a hacerlo— por eso a veces, dicen, llego a apasionarme de más con las faltas de ortografía y los errores de redacción. No es que me crea perfecta en esto (porque sé que no lo soy y me falta mucho qué aprender), solo que a veces me da coraje que escriban al ahí se va. Escribir no es llegar a tu computadora y comenzar a presionar teclas, no es poner un acento por aquí y otro por allá, una coma para separar una palabra de otra y un punto y coma para rellenar. Escribir es un arte. Todo lo que hacemos puede ser arte siempre y cuando lo hagamos con respeto y, si no con amor, por lo menos con cariño.

Tengan una excelente semana y, como siempre, espero que las estrellas brillen para ustedes.

Foto tomada del blog de Naybee Gutiérrez Ledesma.