C'est la vie!

¿Qué es la vida, sino tú, yo; nosotros... él, ella, ustedes, ellos y ellas?

Tú; con tus letras locas y tus ideas "desatinadas", con tu pensamiento "fuera de lo común".

Yo; con mis sueños irrealizables y mi ideología en constante formación.

Nosotros; con un loco y sublime amor, que, como se supone debe ser el amor, «va más allá del bien y del mal».

Él; cantando en los microbuses y alegrando el día con canciones de antaño a los pasajeros.

Ella; dando "ordenes" a su amiga, tratando de cambiar al mundo con su Filosofía.

Ellos; rompiendo reglas geográficas, estando tan lejos en el mapa y tan cerca en el corazón de alguien.

Ellas; dirigiéndose esas miradas que penetran como flecha y marcándoseles levemente «ce sourire de sphinx qu'ont parfois les femmes»

¡Todo es vida!:

El café de la mañana, la lluvia de la tarde. El niño que ríe, el bebé que llora. El helado en mi cara. La mano izquierda y el anillo que ostenta. Tu cabello alborotado. El trovador del barrio; su guitarra con la quinta desafinada. Las flores del metro, las historias que cuento. Las sonrisas pegajosas y las buenas acciones contagiosas. Le baiser sabor vainilla y chocolate; la persona que debate. El granito de arena y la lejana estrella. Dios y los pequeños detalles; los diablos y sus entalles. El niño de dos años y su Buzz Lightyear. La puerta de madera y el alma que por ti espera. Los sentimientos, los juramentos. El honor y el dolor. Las tiendas de nombres franceses y con letrero de «store». La mujer de pantalón negro y camisa blanca recargada en la baranda esperando respuesta de su camarada...

Y es que divago con tantas palabras que hasta palabreo con tantas divagaciones.

La vida se come, se respira, se escucha, palpita, zumba, retumba, sueña, vuela,  planea, se siente; y, entre otras miles cosas más, la vida se vive.

Equivócate y ríe; acierta y ríe; enamórate y ríe; hipa y ríe; ríe y ríe...

Ríete; no de la vida, sino con la vida.

Disfruta tu vida de tal manera que antes de dejar este mundo no tengas que decir: «bueno, así fue la vida»; sino: «[a la vida]... c'est la vie!»

Mis queridos lectores, les deseo —como siempre— que las estrellas les sonrían e iluminen su camino; pero, además, hoy me siento plenamente feliz, así que también les envío abrazos y besos esperando ustedes también tengan, no uno, sino millones de motivos por los cuales ser felices.

Para todos ustedes, con mucho amor,

Brenda Díaz